Alberto nunca fue del núcleo duro del kirchnerismo, aunque el presidente sostenga lo contrario. Fueron De Vido, Zannini, Baratta y José Francisco López los que se quedaron en el anterior gobierno de Cristina. En cambio, Alberto tuvo que renunciar a su cargo de Jefe de Gabinete; porque cuando no lo necesitaron más, lo echaron. Hoy vuelven a querer hacer lo mismo.
Debe decirse también que desde muchos medios de comunicación, así como desde distintos sectores políticos se sostenía que venía un Alberto “moderado” y que iba a ser un hombre independiente que inventaría el “albertismo”. Los mismos que alagaban al Presidente durante la pandemia.
Yo dije siempre lo mismo, que la que gobernaba era Cristina y que el drama de la Argentina era que después de la elección, el Presidente sería descartable e irían por él.
Todo ha quedado hoy muy claro, pero perdimos dos años. Es fácil hablar con el diario del lunes, como hacen muchos, solo que hacerlo fue muy dañino para el país. Me trataron de muy duro, pero yo siempre contesté lo mismo: “dura es la realidad”. Quizás en parte, esto explique por qué hoy no este en el Congreso. Pero cómo siempre digo: hacer política no es tener un cargo, es hablar siempre , es decir lo que sucede y dar una alternativa, no es sólo hablar cuando se es candidato o cuando hay elecciones. Es decirle la verdad a los argentinos y representarlos, cueste lo que cueste.
El daño institucional, político, económico y social es inmenso y va a repercutir en nuestras próximas generaciones.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner han gobernado tan mal, que casi no hay ejemplos comparables en la historia nacional.
De La Rúa se tuvo que ir , fracasó, es cierto. Pero llegó al gobierno con votos propios. No fue un presidente elegido a dedo y encima se tuvo que ir por mucho menos. En parte, por acciones desestabilizadoras a las que el kirchnerismo azuzó. Todos recordamos a Cristina decir que con la gente a la calle había operado una revocatoria de mandato y el Presidente De La Rúa debía renunciar.
Los golpistas siempre fueron ellos. Por eso, destituyeron 3 intendentes de Río Gallegos, 4 gobernadores, un fiscal, un procurador y ahora van por un Presidente.
Pedí en junio de 2021 el juicio político de Alberto y Cristina, de los dos , por mal desempeño, por manejo delictivo y criminal en la pandemia y por atentar contra el orden democrático. Lo hice 40 días antes de la foto de Olivos. No hacía falta la foto. La foto solo confirmaba la procedencia de mi pedido.
La Constitución Nacional es sabia. Establece que, ante un flagrante mal desempeño (cómo vivimos hoy) el Presidente y Vice deben ser apartados del cargo si han incurrido en las causales que manda la Carta Magna.
Cuando se trata de hechos que atentan contra el orden democrático y violan la CN, ésta establece qué debe hacerse y cuál es el remedio frente a esos supuestos. El poder no se delega en nuestra CN. No hay transferencia. El Presidente no es un Ministro con mandato presidencial. La democracia no avala que una persona sea la fuente y el origen del poder constitucional democrático, ni que gobierne un país como Vicepresidente.
El poder se ejerce, no se puede tomar prestado o alquilado.
Por eso, siempre dije que hay dos caminos para los argentinos: «O HAY CRISTINA O HAY ARGENTINA». Que vamos a pasar momentos siniestros y que no estamos en el mismo barco pero si en la misma tormenta.
Lo qué viene es un kirchnerismo que se va a querer asegurar una guarida de impunidad en la Provincia de Buenos Aires. Por eso, es probable que quieran adelantar las elecciones en ese distrito. Por eso me convencí de salir a recorrer la provincia para hacer lo que hago siempre: hablarle claro y fuerte a los argentinos.